Homenaje (collage de tus frases)

Inventado pero real.

[ Interior noche. Facultad de CAV de la UAB. A (chica psicosomática) pelea con la máquina de café por su cambio, B (chico de cristal) aparece en ese momento ]

A)— (alterada) ¡Oh!¡vamos!... Dámelo. Dame mi cambio. ¡Dame mi cambio, maldita! Va, va, va ¡va!...¡no!¿Tu también quieres empeorarme el día, verdad?

B)— (tono socarrón) ¿No es esa precisamente su función? (risa)

A)— Cierto. Máquinas, ¿quién dijo que iban a facilitarnos la vida? (pausa, sorbe el café) ¡Puaj! y el café es pésimo, quieren matarnos, te lo digo, estoy segura de que reciclan el agua del lavabo. ¿Te has fijado que todas las máquinas de café están puestas en paredes contiguas a los lavabos? Es por eso, fijo. Debería comprarme uno de esos termos...

B)— Termos de café... el nuevo must. No eres nadie en esta facultad si no te paseas con uno en la mano por los pasillos y...

A)— ... y pones cara de “persona súper interesante y muy, muy ocupada”. Oh... como adoro esa expresión... ¿la practicarán? 

B)— Obvio, ser sexy cuesta, pequeña. (ríen) 

A)— ¿Crees que realmente lleven café? Yo tengo una teoría, digo, no me trago que necesiten litro y medio de café en vena, esto parecería el proyecto hombre. Yo creo que es agua... es más, estoy segura de que algunos no llevan nada. Ya sabes... (cita en tono solemne) “la apariencia es lo que cuenta”. 

B)— Estás fatal de lo tuyo, de verdad... fes-t’ho mirar...

A)— ¿Y si sí beben todo eso?... ¿Habrá un ataque de histeria colectiva inducido por la cafeína? 

B)— ¡Café o muerte! ja, ja... ¿Cuántos llevas por eso?

A)— Mmm... con que tachándome de cafeinómana de esas, eh.... Eso no está bonito eh, amigo mío, que lo sepas. No, no, nada bonito, no señor. Tss... lo que una tiene que aguantar... jaja

B)— ¿Un día duro? Te noto un poquito alterada. 

A)— Alterada, dice. Histérica, chico. Estoy histérica pérdida. 

B)— Lo veo, lo veo...

A)— Llevo todo el día aquí encerrada, sabes? Un ascazo, vamos. Es que tengo que entregar mañana una descripción detallada de la protagonista de mi corto para guión y puff... como me organizo tan bien... aquí estoy, al borde de un ataque de nervios que ni la Maura. Si es que son ya casi las nueve y yo todavía aquí y con cuatro párrafos que son basura pura. Ay... moriré, vaya nochecita me espera. Además, sé que por mucho que me esfuerce no le gustará a Blasco. 

Lo leerá, arqueará la ceja y dirá: (modula la voz imitando a un hombre) “dimensionar, te falta dimensionar más, el protagonista tiene que ser multidimensional”. Y yo: “sí, ya lo sé, eso he intentado, blah blah bla... mira ella tiene muchos contrastes porque es tímida pero atrevida, simpática pero testaruda, etc, etc...”. Él: “no, pero no ves que no es suficiente. Es plano, es una mujer plana” . Yo: “pues esa mujer soy yo”. Él:“esto es clase de guión no terapia”. Entonces lloraré y saldré corriendo de clase dando un portazo. 

B)—¿Alguien podría grabarlo con el móvil? 

A)— Enserio, que agobio. No estoy nada inspirada.

B)— No necesitas un termo de esos, tu eres más de petaca.

A)— Dios... necesito un mojito... ¿No sería genial estar ahora en el Elit tomando uno?

B)— It, dirás...

A)— Cerdo.

B)— Es que hija mía... siempre lo dices mal

A)— ¿Sabes que eres un prepotente? ja,ja, es broma... eres un sol.

B)— Ya, claro, mona....

A)— (empieza a avanzar por el pasillo) “Tu eres como el sol de la mañana, que entra por mi ventana, que entra por mi ventana...”